sábado, 4 de agosto de 2007

Los autos y las novias

PRIMERO QUE NADA, mil disculpas a Renato por parafrasear el nombre de su exitoso blog. Sin embargo, espero que comprenda que no es afán de piratear por piratear ni de colgarme de un nombre exitoso y vendedor. Mi búsqueda es sincera y, hasta me atrevo a decir, más urgente y perentoria que la de mi buen compañero y mejor poeta.

Por varios motivos, buscar carro es tanto o más importante que buscar novia. La primera, desde luego, es que novia ya tengo y no veo razones para cambiarla en futuro. En cambio, ya llevo más de dos años sin carro y buena parte de ellos han sido realmente penosos (en términos de transporte, quiero decir). Ya no recuerdo el día exacto en que me deshice de mi fiel compañero, un Toyota Corolla petrolero, timón cambiado para más señas, a cambio de un buen puñado de dólares que invertí en comprarme una laptop.

En ese momento, no lo dudo, fue una buena decisión. Si mal no recuerdo, estaba harto su motor cada vez más chancho y de que me saquen la mano en cada esquina como si fuera taxista (para colmo algún gracioso puso un letrero de taxi en mi guantera, que por cierto nunca lo boté). Ahora, sin embargo, me arrepiento con frecuencia de ese día sin fecha. Me arrepiento cada vez que escucho el rechinar de las monedas del cobrador de la combi o me toca el asiento del medio en el colectivo Chorrillos-Vía Expresa que me lleva a mi centro de labores. O cuando bajó de una coaster y veo que no me falta el celular o la billetera. U otras situaciones tanto o más desagradables que sufren (sufrimos) cada día los peatones limeños.

Pero bueno, mi situación particular no me ha impedido formular algunas razones que sustentan mi idea general de que buscar un auto es tanto o más delicado que buscar una novia. A saber:

1- Aunque conseguir una novia puede demandar una inversión importante, conseguir un auto sin duda cuesta mucho más.
2- Si la novia no satisface tus expectativas, deshacerte de ella es relativamente sencillo y libre de costo (económico, digo). Si el carro que te compras resulta un fiasco, pues la verdad es que estás un poco jodido, porque te va a salir un poco caro.
3- Las estadísticas señalan que el tiempo promedio que se dura con una novia es de varios meses. Con suerte, un año y meses. En cambio, el carro debe durarte mucho más (lo ideal es varios años).
4- Cuando tu novia presenta problemas, estos pueden arreglarse conversando (casi siempre). Si tu carro presenta problemas, no hay negociación posible. Te toca gastar otro platal para repararlo.

En síntesis, una cosa es un noviazgo y la otra tiene todos las características de un matrimonio. Con el agravante de que, a diferencia de las mujeres, los autos no te dan un “periodo de prueba” (a.k.a. "noviazgo") para ir probando cómo va la cosa. A lo sumo, tienes derecho dan una revisión mecánica somera y una breve manejadita. Algo así como un chequeo médico y una prueba física, para seguir con el paralelismo. Y, como en los matrimonios entre humanos, existe el divorcio, pero este -salvo civilizado acuerdo- suele ser doloroso y complicado.

Así que estoy buscando carro para casarme, y pretendo tomarme la búsqueda bien en serio. Cualquier sugerencia será bienvenida.

2 comentarios:

Unknown dijo...

genial amigo james, da gusto leer tu blog :D. pero (siempre hay uno) como le dije al buen patrick, si no estas en los buscadores, no existes. inscribete en blogsperu.com y perublogs.com... y en todos los buscadores que te de la gana (bitacoras.com x ejm) asì tendras mas lectores que renato... no, mentira, je. un abrazo.

Imberbe_Muchacho dijo...

que buen blog, yo andaba igual buscando mi carro, y si aunque pase lo que pase un carro es uin carro. Dicen quje la regla es tenerlo 5 años minimo a uno usado y 10 a unoi nuevo...10 años es toda una vida!